A 124 se eleva el número de mujeres asesinadas en La Gran Caracas en lo que va de año con la muerte de Yennimir Edelmira Aquino Díaz. La mujer recibió un tiro en el intercostal derecho cuando un hombre disparó contra los asistentes en una fiesta salsera que se realizó en un estacionamiento de Boquerón, en el sector Brisas de Propatria, cerca del callejón El Descanso.

El domingo a las 4:30 am, el agresor quiso entrar en la fiesta y el dueño del estacionamiento, de quien no se conoció la identidad, le negó la entrada. Minutos después, el hombre sacó su arma de fuego y disparó contra los presentes. Cinco personas resultaron heridas y fueron trasladadas al hospital José Gregorio Hernández en Los Magallanes de Catia. Aquino Díaz murió en el camino al centro de salud, informó Mervin Ramos, su hermana mayor, en la sede de la medicatura forense, en Bello Monte.

Aquino Díaz trabajaba de forma independiente como peluquera y manicurista. En ocasiones, limpiaba viviendas. Dejó cuatro hijos huérfanos: tres hembras de 11, 6 y 2 años de edad y un varón de 9 años de edad, que estudiaban en la Unidad Educativa Nacional María Luisa Estrada Montufar, ubicada en la calle 12 de Propatria, en la parroquia Sucre, del municipio Libertador.

Detalles. Yennimir Aquino, quien era viuda pues su esposo había fallecido a mediados del año 2016 de tuberculosis, vivía con su madre, sus hijos y otros hermanos en el mismo sector donde se celebró la fiesta. Los fines de semana, acostumbraba a salir con sus sobrinas, algunas contemporáneas en edad.

“Las fiestas en el estacionamiento se realizan los fines de semana. Las personas cancelan 3.000 bolívares. Como toda mujer joven, ella tenía derecho a salir, los niños quedaban a cargo de la abuela materna”, señaló Ramos.

Contó también que cerca del lugar de los hechos, en el sector Boquerón de Brisas de Propatria, hay una casa custodiada por agentes de la Guardia Nacional Bolivariana y presume que es de un funcionario de alto rango en un organismo del Estado.

“A esos guardias les solicitamos ayuda para el traslado de Yennimir al hospital más cercano. Obtuvimos un no rotundo como respuesta. Teníamos a la mujer herida, todavía con vida y ellos nos gritaron: ‘váyanse de aquí”, relató.

Afirmó que el agresor a quien identificó con el apellido Flores, huyó del lugar luego de cometer el hecho. “Todos saben quién es el asesino que le arrancó la vida a una madre de cuatro hijitos pequeños. Nadie se atreve a señalarlo porque le tienen miedo. Yo le pido al padre de ese asesino que todos conocen, en nombre de mis niñitos y mi familia, que se haga justicia, que la muerte de Yennimir no quede impune, porque no se lo merece”, agregó llorando.


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