Marisol Díaz, viuda de Pablo Azuaje -cirujano que fue asesinado para robarle su camioneta en el estado Bolívar- recordó entre lágrimas que su esposo preparaba lo necesario para emigrar de Venezuela.
“Los planes futuros se dividen en dos etapas: hasta antes del 20 de diciembre queríamos esperar que abriera el quirófano de la fundación (Lala, en donde ambos prestaban servicios). Vivíamos tranquilos: trabajábamos en equipo. Él era coordinador docente de la fundación. Pero después del 20 de diciembre él estaba muy angustiado y lo único que me decía era que él se quería ir del país”, dijo Marisol al Correo del Caroní.
La angustia por la situación del país llevó a Azuaje a solicitar una entrevista de trabajo en Perú. Se comunicaron con él y lo convocaron. El 3 de enero se iban del país.
Las fotografías también afectan emocionalmente a Marisol, quien menciona una foto durante las protestas en contra del régimen de Nicolás Maduro. El cirujano protestaba por el asesinato de un futuro colega, un joven estudiante de Medicina, que cayó emboscado por la bala de un policía en el Decanato de la UDO Bolívar.
Siete meses después, Azuaje también cayó. Estacionó en la carrera La Habana para esperar al hijo de Marisol. Ella se bajó, y cuando regresó, vio un carro que se acercó velozmente a ellos, se bajó un hombre que apuntó a su hijo y a su sobrina. Marisol se montó en el carro y Pablo, al ver el atraco, aceleró. El atracador, entonces, disparó dos veces. Un balazo impactó el corazón del médico, así lo reseño El Correo Del Caroní.
La esposa de Azuaje reconoció ante las autoridades a Edixon Manuel Padrón Guerra, de 26 años. Tanto ella como sus dos hijos lo identificaron como el hombre que disparó. Padrón Guerra salió de la cárcel en septiembre. Y Díaz cree que puede quedar en libertad nuevamente. El gremio médico ha protestado para que el caso no se diluya entre burocracia y corrupción.
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