Nadie pone en duda que la crisis nacional que agobia a Venezuela tiene características globales que inciden de manera perniciosa en el normal desenvolvimiento republicano. Un Estado revestido con estas características requiere para su normal desenvolvimiento una armonización plena de todos los factores rectores destinados a su cabal funcionamiento. Las tres vertientes fundamentales son lo económico, político y social. La armonía entre estos tres componentes estaría disminuida ostensiblemente si la economía hace nugatorio el derecho mínimo de subsistencia. Un pueblo con hambre no digiere a cabalidad la sustentación política y social imprescindible para la paz social. Para que el aspecto social interactúe en armonía es requisito sine qua non que no existan privilegios de ninguna naturaleza que propicien la supremacía de una clase social sobre otra. Lo político permite que las naturales discrepancias existentes entre ellas sean resueltas mediante normas civilizadas que obvien todo tipo de violencia. En nuestro país el hambre ha desbordado los parámetros de contención social y nos encontramos a punto de la temida implosión devastadora. Los mayorazgos sociales que groseramente ostentan la amplia gradación de burócratas que nos mangonean están acelerando –si no hay cambio sustantivo– el letal e indetenible estallido. Las trapacerías electorales –fraudulentas sin lugar a dudas– impuestas por el totalitarismo, hacen imposible la viabilidad de la deseada solución pacífica de todos los desencuentros. Resumiríamos, entonces, que para superar esta dramática y peligrosa situación se hace necesario un cambio de gobierno.

Enrique Aristeguieta Gramcko: El Nacional informa el pasado viernes que el ilustre abogado, luego del allanamiento realizado a su vivienda a las 3:00 am, había sido detenido. Al parecer el tradicional procedimiento policial represivo (entre gallos y medianoche) fue realizado obviando la respectiva orden del juez competente. ¡Felicitaciones al Sebin y al ministro del Interior! Por su inmarcesible hazaña. Lo que no logró hacer la SN perezjimenista de Pedro Estrada, lo realiza impunemente el totalitarismo madurista. Expreso mi solidaridad con este recio combatiente de 85 años de edad. Su ejemplo de constancia en la lucha, e indudable valor personal, se acrecienta en esta hora de muchas indefiniciones por parte de los politicastros de oficio que mangonean a la oposición; quienes persisten en ser tontos útiles ante los indetenibles planes continuistas de Maduro y su combo… ¡Libertad plena para Enrique Aristeguieta Gramcko!

Esequibo: António Guterres (secretario general de la ONU) anunció el pasado martes que dejará el caso en manos de la CIJ, porque “no se han logrado avances significativos por la vía de las negociaciones”. Desde que Pilatos “se lavó las manos”, en el famoso episodio bíblico, no había observado un caso similar como el asumido por Guterres, cuando él, paladinamente, “labolasdel”. La irresponsabilidad del funcionario, al alimón con su inocultable falta de equidad, al asumir, con provocadora complacencia, con lo exigido desde un inicio por el gobierno guyanés. Esto nos lleva a pensar que la consolidación del despojo territorial se encuentra a punto de lograrse. El vergonzoso periplo iniciado por Fidel Castro (en la década de los sesenta) relacionado con la agresiva injerencia cubana en la geopolítica caribeña se encuentra en estado de consolidación. Con el agravante de que un presidente de la república venezolano (Hugo Chávez) se convirtió en adlátere sinuoso y adulador del cubano. Esta infame patraña fue debidamente implementada obsecuentemente por el canciller (en prolongado ejercicio ministerial) de turno para aquel entonces (hoy en ejercicio de la presidencia, con intenciones similares a las manifestadas por el cocalero boliviano) y los respectivos sucedáneos. El actual canciller –virtuoso todero en la burocracia oficial– en una especie de saludo a la bandera anuncia que el gobierno desconoce la decisión. Le resulta fácil “quedar bien con el público de galería”. Pero acepta, de hecho, lo que propugna el régimen cubano con su tradicional –hay que repetirlo– geopolítica caribeña. Si en definitiva el despojo territorial se consolida oficialmente –casi ha sucedido, de hecho, con la entrega de concesiones a empresas petroleras y mineras multinacionales en la zona en reclamación– llegó la hora de plantear con seriedad y sin aspavientos la conveniencia de mantener, como en la actualidad, la existencia de la FAN. No es por casualidad la presencia del artículo 328 de la CN. Su función primordial es: “… para garantizar la independencia y soberanía de la nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar…”. Definitivamente, de ratificarse la presunción, los tradicionales “juegos militares estratégicos” impartidos en los viejos cursos de Estado Mayor (creo que hoy en desuso) son reminiscencias inocuas. El poder disuasivo militar venezolano (establecido entre otras cosas) para contener eventuales agresiones procuradoras de territorios por parte de Colombia, Brasil y Guyana, son hipótesis anacrónicas y en desuso. El costoso aparataje militar que desangra aún más al país en horas de hambruna acelerada, solo ha servido para engordar golosos bolsillos milicos. Solo valdrá para conmemorar el 4 de febrero y el 27 de noviembre. Además de vender carne y yuca en los diversos mercados gubernamentales. Pareciera que este es el triste colofón de la institución creada con “sangre, sudor y lágrimas” por los libertadores.

Cantinflas: Constituyó parte de mi acervo cinematográfico el ver y disfrutar las películas del comediante mexicano. En todas ellas, de manera especial en sus inicios, sus geniales interpretaciones estaban revestidas de novedosas expresiones muy populares y paradójicas. Las mismas se han identificado, a pesar del tiempo transcurrido, como lenguaje de carácter “cantinflesco”. Para ilustrar un poco, me permito recordar una de ellas: “Hay momentos en la vida que son verdaderamente momentáneos”. Esta reflexión acudió a mi mente al leer algunas declaraciones de prensa formuladas por los dos jefes de las delegaciones asistentes a Santo Domingo con motivo al diálogo y negociación política que allá se celebra. De igual manera por lo afirmado por Maduro. Julio Borges dixit: “Aquí no se ha firmado nada”. En respuesta a lo señalado por el locuaz loquero, quien había destacado que “seis de los ocho puntos del acuerdo ya habían sido suscritos, mediante Acta y como un avance” entre ambas delegaciones. Faltarían dos para anunciar el nuevo “parto de los montes”. El presidente de la república le dio el espaldarazo de rigor el pasado jueves al dueño del apoltronado diván fabulador: “Pido a Dios que en 72 horas estemos celebrando” (sic). (Al referirse a las inminentes resultas de la negociación). Es decir, tres personas (importantes en la actual coyuntura) y dos versiones totalmente contrapuestas. La premisa nos conduce a pensar que uno de los dos bandos miente. Pero, podría ser también que todos –con sus respectivos combos–, puesto que son mitómanos redoblados. A estas alturas del partido abrigo serias dudas en todo lo que proviene de ambos sectores por intermedio de sus locuaces interlocutores. Tanto por la carencia de sindéresis que ostentan (parecidas a las típicas picarescas de vodevil) estos personajes tiesos y emblemáticos. De igual forma por la notable ausencia de la necesaria sinceridad reinante en los conciliábulos caribeños en la búsqueda de la “verdad verdadera”. En tales circunstancias, cuando los burdos sainetes son personificados por actores privilegiados; nuevamente retornan a mi memoria las frases vertidas por Mario Moreno “Cantinflas”. Como aquella sin par: “¿Hablamos como caballeros o como lo que somos?”.

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