Desde muy joven, Miguel Miguel García se interesó por dar a conocer el trabajo de jóvenes y experimentados artistas. Sus vínculos con las artes visuales datan de sus estudios en el Instituto Neumann, donde tuvo el privilegio de ser alumno de maestros como Luisa Richter y John Lange. Además, solía visitar en su trabajo en el Museo de Bellas Artes a Miguel Arroyo, de quien destaca su visión pionera sobre la museología y la museografía en América Latina.
“Yo me formé en los museos de Venezuela. Era joven cuando frecuenté lo que hacía Miguel Arroyo. Ha sido muy doloroso lo que ha pasado en estos últimos años con los museos. Mucha gente se ha ido. Y hay algo muy grave que no sé cómo se va a solventar: el vacío de exposiciones permanentes”, lamenta el curador, museógrafo, investigador y crítico de arte.
Pero le reanima y le da esperanza saber que Espacio Monitor, la galería que dirige, ha podido asumir la tarea titánica de realizar una labor que concierne a los museos nacionales: producir exposiciones permanentes de artistas nacionales e internacionales. Ese lugar que cuenta con dos salas, la norte y la sur, cumplió cinco años de resistencia cultural.
“Ha sido un gran esfuerzo el que hemos hecho durante este período, con exposiciones a escala museística, como Contra la pared, de Álvaro Sotillo, en 2016”, señala García, quien el domingo inauguró la muestra 2014-2019 con motivo del aniversario de Espacio Monitor, ubicado en el Centro de Arte Los Galpones.
García tuvo dos galerías pequeñas que cerraron porque, explica, “no era el momento” para mantenerlas. Después estuvo en la galería La Cuadra, en Los Palos Grandes, hasta que Los Galpones le cedieron un lugar para fundar su espacio. “Fue un gran reto. Hemos hecho, en promedio, de cinco a seis exposiciones anuales. Considero que es bastante. Pero los costos de materiales como la pintura y el mastique son desbordantes”, explica el curador.
La crisis económica también es un obstáculo al momento de pagar los alquileres y la nómina de los empleados. “Nos mantenemos también porque tenemos trabajo afuera, aunque es muy poco”.
Otro problema es que la mayoría de los artistas vive en el extranjero, así que resulta más costoso traer las piezas, lo que además es un riesgo. “No sabemos lo que puede pasar cuando las traen”, añade.
Sin embargo, a pesar de la situación del país, en los 5 años que tiene Espacio Monitor se han realizado 20 exhibiciones de 85 artistas de diferentes nacionalidades y generaciones. Entre ellos, de los venezolanos Carlos Cruz-Diez, Arturo Herrera y la belga Stephane Schraenen. “La galería tiene un perfil general en cuanto a arte. Pero nos hemos dedicado más que todo a las exposiciones de carácter abstracto. El perfil, además, si me preguntan, es la calidad”, afirma.
La muestra 2014-2019 cuenta con 60 piezas de 40 artistas. La mayoría de sus autores está fuera del país. Entre los creadores presentes se encuentran Cruz-Diez, Herrera, Vicente Antonorsi, Carla Arocha, Valerie Brathwaite, Nela Ochoa, Lucía Pizzani y Luis Romero. La exhibición, que ocupa las dos salas de la galería, cuenta con dibujos, pinturas, esculturas y piezas conceptuales.
Para este año, Espacio Monitor espera inaugurar siete muestras. García destaca que a finales de año presentará Pintura pintada, con más de 20 creadores que trabajan la pintura como medio de expresión.
El curador es tajante cuando se le pregunta qué hace falta para que los museos nacionales vuelvan a ser como antes: “Hay que cambiar el gobierno, eso es básico. Lo que más me preocupa es qué vamos a hacer con el estado en que se encuentran esas colecciones, porque no ha habido inversiones y el personal de calidad de los museos se ha ido de las instituciones o del país”.